Al Barça le falta una pieza para completar un ataque de lujo. Con la llegada de Ibrahimovic para cubrir la baja de Eto'o, la punta, con el añadido de Bojan, está cubierta, pero el extremo sigue cojo. Messi y Henry son intocables pero faltan relevos ante la exigencia de una temporada con muchos retos por delante. Pedro puede cubrir parte del déficit creado, aunque sigue faltando una pieza que doble las posiciones.
Iniesta es una alternativa si se añade a algún hombre en la medular, también con lo justo a estas alturas. Descartado, en principio, el francés Ribéry, que sigue en el Bayern pese a su firme interés de forzar su salida, el abanico de opciones se abre con el valencianista Mata y pasa por otros nombres como los de Di María, Robinho o Arshavin. Otras opciones de mercado como Silva, Young o Luis Suárez parecen complicadas. Los canteranos son el 'plan B' con Jeffren y Gai.
Mata
El joven extremo del Valencia gusta como opción de presente y futuro. Calidad, capacidad de desborde y gol le convierten en una pieza codiciada y con margen de mejora. Espera una renovación que no llega, sus condiciones están desfasadas y su entorno no ve clara su continuidad. Su precio no sería prohibitivo, pero lidiar con el Valencia no es tarea fácil. Pero ya se demostró con la salida de Albiol que desprenderse de algunas de sus piezas es posible.
Robinho
Fue un visto y no visto. Apareció su nombre para reforzar el extremo culé y con la misma fuerza con la que saltó al ruedo del 'mercato' veraniego desapareció tras un desmentido oficial del City. El club inglés quiere hacer un equipo que aspire a todo y el brasileño parece una pieza fundamental. El Barça barruntó iniciar una ofensiva basada en las múltiples virtudes futbolísticas del jugador, también podría contar con el morbo de su paso fallido por el Madrid, pero pesaron más otros factores y todo se enfrió. Su calidad, desequilibrio y un punto de magia están fuera de duda, aunque su inclusión en el grupo su presumía complicada.