Ocurrio en la Nochibuena de 2002. la tienda Hiperpaiz de la Roosvel, estaba a reventar. Decenas y decenas de personas hacian fila frente a las cajas para pagar pequeños aparatos, joyas, juguetes y ropa que al otro dia muchos rostros sonrientes encontrarian junto al arbol de navidad o en su dormitorio en la mesa, donde sus padres o familiares quisieran poner.
En la fila del cajero donde YO me encontraba estaba formada una mujer de ropa raida y manos encallecidas que sostenian u solo objeto: un PlayStation 2, el unico regalo que iba a recibir su hijo o sus hijos quizas. Costaba casi Q.1800 con el impuesto, y ella quisas habia ahorrado todo el año para comprarlo.
Cuando PASE el codigo de barras del aparato de videojuegos en el lector laser de la caja, la mujer se lleno de panico: no encontraba el dinero para pagar. Los demas clientes de la fila se dieron cuenta de lo que pasaba al ,la señora empeso a llorar.
Por que en mi caja ? , pense mientras la angustiada mujer se rebuscaba entre la ropa. Tenia que llamar al supervisor para cancelar la compra y devolver el aparato a su estante; eso implicaba cerrar la fila y esperar a que mi jefe se abriera paso desde el otro extremo de la tienda: una calamidad en una Nochebuena, cuando habia tanta gente esperando y faltaba poco para cerrar. Voy a llegar tarde a mi casa me dije a mi mismo.
Entonces ocurio algo inesperado. Al final de la fila, un hombre saco Q.500 de su caartera y los paso hacia delante. Mientras el dinero avanzaba en la fila, se sumaro billetes de 50 por alli, unos de 20 por alla, uno se saco un puño de fichas de Quetzal, cuando la colecta llego a mi y al contarlo eran 1810 quetzales.
Unos desconocidos habian hecho realidad el deseo de una pobre mujer de darle a sus hijos el regalo de Nabidad que quisas soñaron. y yo llegue temprano a mi casa.
